1000 sensaciones, parece que llevemos una semana aquí y tan solo ha pasado un día.
Fuimos a la Medina, pasando por nuestro modernísimo barrio, que ya tiene edificios altos y calles asfaltadas. El aglutinamiento del populacho "enguirado" ya no es tan evidente y no sé, si por dispersión o por cuestión de clase, la limpieza es más explícita.
La Medina: cúmulo homogéneo y rojizo de edificios de poca altura, callejones estrechos y laberínticos, mil oficios casi perdidos en el mundo occidental, motos, burros, bicicletas, mil comercios, voces... Caos en una miseria casi medieval. Hombres por todas partes que te miran, te hablan, te siguen. Me agobio, me siento objeto despreciable de excesos.
Y estamos en Ramadan... A las seis la sirena ensordecedora levanta el toque de queda, podemos comer y fumar. Pronto llega la noche y empieza la fiesta. Niños boxeadores, timbaladas, contadores de historias... y todo alrededor de lamparillas de gas.
Cenamos comida servida con las manos y nos metemos los dedos en la boca, para comer pescado no hace falta de tenedor. Zumo de naranja, cigarrito y a dormir.
Mañana quiero ir al lugar de la postal. Nos vamos a Uarzazat a ver la Casba de Tahurit.
Fuimos a la Medina, pasando por nuestro modernísimo barrio, que ya tiene edificios altos y calles asfaltadas. El aglutinamiento del populacho "enguirado" ya no es tan evidente y no sé, si por dispersión o por cuestión de clase, la limpieza es más explícita.
La Medina: cúmulo homogéneo y rojizo de edificios de poca altura, callejones estrechos y laberínticos, mil oficios casi perdidos en el mundo occidental, motos, burros, bicicletas, mil comercios, voces... Caos en una miseria casi medieval. Hombres por todas partes que te miran, te hablan, te siguen. Me agobio, me siento objeto despreciable de excesos.
Y estamos en Ramadan... A las seis la sirena ensordecedora levanta el toque de queda, podemos comer y fumar. Pronto llega la noche y empieza la fiesta. Niños boxeadores, timbaladas, contadores de historias... y todo alrededor de lamparillas de gas.
Cenamos comida servida con las manos y nos metemos los dedos en la boca, para comer pescado no hace falta de tenedor. Zumo de naranja, cigarrito y a dormir.
Mañana quiero ir al lugar de la postal. Nos vamos a Uarzazat a ver la Casba de Tahurit.
1 comentario:
Me ha gustado mucho lo que he leído. También algunas de las imágenes de tus viajes. Dejo emerger mis sueños con las palabras pero también con las imágenes capturadas con mi cámara. Me gustaría tener una analítica tuya de mi blog en forma de comentario. Como viajera, pensadora entrañable e historiadora del arte, creo que te gustaría visitarlo.
Un saludo
Víctor
http://ciudad-dormida.blogspot.com/
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